jueves, 22 de enero de 2009

Música.



Tengo que admitir que si algo me puede deprimir, alegrar, hacer enojar o bueno para ser más precisos cambiar mi estado de ánimo en unos cuantos minutos es la música.
Desde muy pequeña me vi envuelta en ella, toda mi infancia fui algo solitaria y me refugiaba en mi pequeño mundo de fantasía impulsado por la música.
Yo tuve y bueno aun sigo teniendo muchas influencias; el primero fue mi padre que se maravillaba con la música clásica, recuerdo como la primavera vez que escuche Winter de Vivaldi sentí que todo en la vida era posible para mi , pude sentir poder absoluto cuando escuchaba esa maravillosa melodía.
Mi madre era un poco más dramática ya que siempre ha escuchado música de los 80’s y de ese tipo de música que te hace sentir demasiada tristeza, nostalgia y hasta ganas de no creer en el amor (gran influencia en mí durante mucho tiempo).Pero mi vida cambio cuando escuche por primera vez The man who sold the world interpretada por Nirvana , la verdad es que sentí una buena porción de adrenalina en mi cuerpo y me desconecte por completo de mi realidad , yo era una pequeña niña aun pero ese momento marco para siempre mi vida ; desde ahí me volví totalmente adicta a la música y no soy fanática de un género mas bien soy adicta a las letras o melodías de las canciones que hacen nacer sentimientos o pensamientos dentro mi cuerpo.


Es hermoso poder reflejar un momento de mi vida en una melodía.

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